Aunque en muchas ocasiones se pasa por alto, las alergias son una causa importante de problemas en la vida cotidiana de quienes las padecen. Como otras muchas actividades, la conducción puede verse muy afectada por ellas. Por ese motivo, es muy importante saber cómo conducir con alergia para mitigar sus efectos gracias a unas sencillas acciones.

Aunque es vital para la naturaleza, el polen de las plantas puede ser un gran enemigo para un alto porcentaje de la población general, siendo cada vez más las personas que sufren sus efectos. Conducir es una de las actividades más cotidianas que realizan millones de personas, pero no está exenta de los problemas que suele ocasionar la alergia. Sin embargo, si se sabe cómo conducir con alergia el resultado puede ser mucho mejor y, sobre todo, mucho menos molesto y más seguro.

Uno de los primeros detalles que debemos tener en cuenta a la hora de conducir con alergia es el de cerrar al máximo la entrada de aire desde el exterior a nuestro vehículo. Cerrar las ventanillas y cerrar la entrada del aire haciendo que se recircule el que ya está dentro evitará el acceso del polen al habitáculo. En ese mismo sentido, debemos revisar y cambiar el filtro del habitáculo para asegurar que hace bien su función. Limpiar también los conductos del aire acondicionado será de gran ayuda, si es necesario utilizando productos especiales.

Hay diversos factores que pueden ayudar o perjudicar a la hora de conducir con alergia

Al margen de nuestro propio vehículo, hay otros detalles que debemos cuidar si queremos mitigar el efecto de la alergia en nuestra conducción. La hora del día en la que conduzcamos influye mucho, ya que la concentración de polen en el aire es mayor tanto a primera hora del día como a última. Por ello, siempre que nos sea posible debemos evitar que el amanecer y el anochecer nos sorprendan al volante.

Por último, una de las acciones más sencillas que nos puede ayudar a vernos menos afectados por la alergia mientras conducimos es utilizar gafas de sol, ya que además de disminuir el nivel de luz que llega a nuestros ojos también los protege de partículas, haciéndolos menos sensibles al picor o al escozor y permitiéndonos una visión de la carretera mejor. En cualquier caso, si tenemos que tomar medicamentos para controlar los síntomas debemos prestar mucha atención a sus contraindicaciones, ya que la mayoría tienen como efecto secundario el aumento de la somnolencia.