Llevar al perro en el coche: todo lo que tienes que saber

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Llevar al perro en el coche

Compartir un viaje -ya sea corto o largo- con tu mascota es siempre una experiencia agradable. Desplazarte con el que para mucha gente es un miembro más de la familia es algo cotidiano a día de hoy, pero no todo vale para transportar a nuestra mascota con nosotros. Llevar al perro en el coche, o a cualquier otro animal, está sujeto a unas normas y conocerlas nos ayudará a evitar multas y situaciones de riesgo.

Lo primero que debemos tener claro a la hora de llevar al perro en el coche es que de la misma manera que los humanos, debe ir correctamente sujeto. Es imprescindible que el perro, o el animal en cuestión, no pueda interferir en la conducción y para ello debe ir correctamente sujeto independientemente de su tamaño o su tipología.

Para ello, existen muchas opciones diferentes dependiendo del peso y del tamaño del animal. Si se trata de un animal pequeño, podrá ir en un transportín. Eso sí, ese transportín deberá ir correctamente fijado al coche, ya sea en el maletero o en los asientos traseros. En caso de accidente un animal de pocos kilos puede ser catapultado multiplicándose su peso de manera muy peligrosa tanto para él como para las personas que viajen en el vehículo.

Llevar al perro en el coche requiere de unas medidas de seguridad imprescindibles

Una de las mejores opciones para llevar al perro en el coche, sobre todo cuando no es de tamaño reducido, es la utilización de un arnés con anclajes a los puntos de los cinturones de seguridad. Estos puntos de anclaje se revisan durante la Inspección Técnica y la mejor manera para asegurarnos de que van a funcionar correctamente en todo momento es acudir a nuestra estación de confianza

Con esa solución el animal irá protegido en caso de frenazos bruscos o colisiones. Sin embargo, hay que tomar la precaución de que dicha sujeción no permita que el perro llegue a la zona del conductor, ya que si no seremos sancionados. Esta multa será de 80 euros siempre que el animal no vaya en el habitáculo reservado para el conductor, en cuyo caso ascenderá a entre 200 y 500 euros.

También existen barreras físicas que separan la parte delantera del habitáculo de la parte trasera en la que se encontraría el animal. Sin embargo, sigue siendo más que aconsejable que se utilice de manera complementaria una sujeción. Lo que es siempre imprescindible es que el animal vaya correctamente documentado, ya que en cualquier momento las fuerzas de seguridad pueden requerir dicha documentación y revisar que cumplamos todas las medidas necesarias.

 

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