Tener un accidente es una de las peores experiencias que se puede tener, incluso aunque no sea grave y no implique lesiones importantes. Sin embargo, esa situación todavía se puede complicar mucho más si no cumplimos con la normativa. Tener un accidente sin la ITV pasada puede tener una serie de consecuencias que se pueden evitar fácilmente.

Lo primero que debemos tener claro si sufrimos un accidente sin la ITV pasada es que todo depende de cómo haya sido el accidente en sí. El primero de los escenarios posibles es aquel en el que nosotros no somos los culpables del siniestro, habiendo sido provocado por otro usuario de la vía. En ese supuesto, las consecuencias son menos graves pero igualmente desagradables.

Si nos vemos en esa situación, tendremos derecho a que el seguro del conductor culpable del accidente nos indemnice y cubra los gastos del siniestro, responsabilizándose de la reparación de nuestro vehículo y además de las posibles compensaciones económicas que correspondan. Sin embargo, dependiendo de las coberturas y cláusulas de nuestra póliza nuestro propio seguro puede negarse a cubrir los gastos jurídicos del proceso. Lo que también es altamente probable es que seamos multados por la administración al haber estado circulando con la ITV caducada.

Si tenemos un accidente sin la ITV pasada las consecuencias variarán en función de la culpabilidad

Cuando por el contrario el culpable del accidente es quien no tiene la ITV de su vehículo al día las cosas se complican mucho más. En ese momento, el seguro dejará de cubrir sus propios daños y además, aunque cubrirá los daños de los demás implicados, posteriormente se los repercutirá al responsable.

Si además se demuestra que el siniestro se ha producido por un fallo mecánico, tener ese accidente sin la ITV pasada saldrá todavía mucho más caro, ya que se anulará la indemnización al conductor y, tras cubrirse las indemnizaciones al resto de implicados, también se repercutirán al responsable. De la misma manera, se recibirá la sanción correspondiente por circular con la ITV caducada.

La mejor manera de evitarse estos problemas es acudir a la estación ITV de confianza cuando corresponda y asegurarse de que nuestro vehículo se encuentra en perfectas condiciones tanto a nivel de seguridad como a nivel administrativo.